Gastronomía asturiana:
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› Sidra, vino, vinagre y licores
Los chigres
Zamora Vicente define al chigre como «lugar donde se bebe y se vende sidra», Braulio Vigón se limita a decir «taberna» y Apolinar de Rato, ampliando el concepto, explica que es «tienda de bebíes al por menor».
La palabra chigre, en sus orígenes, correspondía a un artefacto marino que servía, a modo de palanca, para sacar o meter cosas en la bodega del barco. Se ve que algún ingenioso adaptó el dispositivo para abrir botellas, que fue rápidamente asimilado por los taberneros y la taberna cedió el nombre a la máquina: chigre.
El chigre asturiano va más allá de ser una simple taberna o de una tienda de bebíes; es el centro de convivencia social, mercantil, política... de toda localidad rural.
En el chigre se comentan los avatares locales, las decisiones municipales, los líos conyugales del vecindario, las aventuras amorosas de las mozas casaderas... En el chigre se puede comprar desde una botella de sidra hasta unes madreñes (almadreñas), desde una ración de quesu hasta el detergente de moda... Allí se fraguan los destinos del municipio, se perfilan las candidaturas electorales, se exponen al público los anuncios oficiales y las esquelas de defunción... En los chigres se juega a la brisca con barajas gastadas por el paso de los años. Y se bebe vino. Y se bebe sidra. Y se habla a voces. Y se dicen tacos. Y se discute. Y no pasa nada.
Y se canta, porque, como escribió Juan Cueto, la sidra «es muy buena para cantar, danzar y evacuar aguas menores».
Así son los chigres de Asturias: lugares para la convivencia.